El 15 de abril, el Maratón de Boston vivió uno de los momentos más aterradores de su historia. A las 2:50 de la tarde, una bomba casera estalló cerca de la meta, dejando tres muertos y más de 250 heridos, vulnerando así todos los esquemas de seguridad previstos por la organización.
No sucederá más. Al menos así lo afirman los organizadores del Maratón de Chicago, uno de los más antiguos del mundo, en el que incluso los espectadores tendrán que pasar por un protocolo especial de seguridad, situación que antes no tenían que atravesar.
Y es que los organizadores del maratón que se corre el domingo y que forma parte del serial World Marathon Major (WMM) han anunciado que tanto corredores como fans tendrán que pasar por un estricto control para tener acceso al recorrido, lo que incluirá revisión de mochilas y bolsas para todas las personas.
El domingo, unos 45,000 participantes, al igual que los 12,000 voluntarios, serán registrados, mientras que cerca de 1.7 millones de fanáticos que, se espera, estén a lo largo del recorrido tendrán que seguir las normas para acceder.
Las medidas de seguridad incluyen que los corredores deberán dejar cualquier pertenencia no necesaria para la carrera en el guardarropa, que estarán en una bolsa de plástico transparente y al finalizar su participación tendrán que recogerla ellos mismos, cuando en años previos, alguien más estaba autorizado a recoger las pertenencias del corredor.
Los fanáticos que quieran presenciar el recorrido deberán pasar por cuatro puntos de seguridad en los que se les revisarán todas las bolsas o mochilas que ingresen a través de escáneres operados por los oficiales de seguridad y, del mismo modo, los alrededores de la meta y llegada estarán.
Por otra parte, la policía busca evitar el peligro de bomba a través de perros que estarán en los puntos de seguridad para detectar cualquier bomba o explosivo que pueda ingresar al recorrido. Sin embargo, los organizadores no han querido decir cuántas personas estarán trabajando en la seguridad de la carrera, aunque se estima que estén coordinados el Departamento de Seguridad, de Justicia y el Servicio Secreto, por lo que se espera que haya agentes encubiertos en el público.
Algunos corredores han expresado su alegría por este tipo de protocolos de seguridad que tras los incidentes en Boston se han incrementado, como lo ha hecho la NFL para el ingreso a los estadios, en donde también exigen entrar a los aficionados sin bolsas o mochilas o que, en su caso, sean de tamaño muy pequeño.
Del mismo modo, el Maratón de Nueva York que se correrá el 3 de noviembre ha anunciado que incrementará las medidas de seguridad para la carrera.
(Fuente:http://eleconomista.com.mx/)
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